Existen muchos manuales, métodos y técnicas para construir una narración, ¿pero es posible enseñar a imaginar? ¿De dónde brota la materia de la que están hechos los sueños y las pesadillas de la literatura? Luisa Valenzuela indaga en la física cuántica, el dadaísmo, la psicología y, finalmente, en los sucesos, contextos y personajes que dictaron la creación de sus propias obras para intentar responder a estas preguntas y disparar otras nuevas que nos muevan a encontrar la inspiración en el lugar más inesperado. «Quien busque en este libro la certeza de un decálogo, no lo va a encontrar. Es decir, va a encontrarlo, pero diseminado en medio de intentos por explicar lo inexplicable: de dónde surgen las historias. Eso no lo sabe Valenzuela ni nadie. A veces las historias nacen y se nos escapan como un grito, y otras veces necesitan ser rumiadas durante días, años. Este libro trata de dar cuenta de ese recorrido tortuoso que también puede ser divertido, o de ese recorrido lleno de diversión que a veces puede ser tortuoso. En literatura, como en la vida, quien responde a ciertas preguntas que no tienen respuesta se engaña a sí mismo. Pero alguien puede vivir engañándose a sí mismo, y en cambio, definitivamente, engañándose a sí mismo nadie puede hacer ninguna literatura como la de Valenzuela, que pueda provocar un eco vital». Guillermo Piro
Existen muchos manuales, métodos y técnicas para construir una narración, ¿pero es posible enseñar a imaginar? ¿De dónde brota la materia de la que están hechos los sueños y las pesadillas de la literatura? Luisa Valenzuela indaga en la física cuántica, el dadaísmo, la psicología y, finalmente, en los sucesos, contextos y personajes que dictaron la creación de sus propias obras para intentar responder a estas preguntas y disparar otras nuevas que nos muevan a encontrar la inspiración en el lugar más inesperado. «Quien busque en este libro la certeza de un decálogo, no lo va a encontrar. Es decir, va a encontrarlo, pero diseminado en medio de intentos por explicar lo inexplicable: de dónde surgen las historias. Eso no lo sabe Valenzuela ni nadie. A veces las historias nacen y se nos escapan como un grito, y otras veces necesitan ser rumiadas durante días, años. Este libro trata de dar cuenta de ese recorrido tortuoso que también puede ser divertido, o de ese recorrido lleno de diversión que a veces puede ser tortuoso. En literatura, como en la vida, quien responde a ciertas preguntas que no tienen respuesta se engaña a sí mismo. Pero alguien puede vivir engañándose a sí mismo, y en cambio, definitivamente, engañándose a sí mismo nadie puede hacer ninguna literatura como la de Valenzuela, que pueda provocar un eco vital». Guillermo Piro